Ya era grande cuando llegó este proyector a casa, pero como con tantas otras cosas, fui quien más se apasionó con el nuevo entretenimiento. Por eso, era la única que disfrutaba de la mise en scène que yo misma construía alrededor del ratito que duraba la proyección: butacas improvisadas con almohadones en la cama de mis papás, galletitas y jugo preparados, música de fondo, luces apagadas, el llamado a silencio y...acción. Alguna vez incluso, escribí unos diálogos que leía mientras proyectaba la "cinta", entonando voces e improvisando algunos efectos de sonido con golpes de puerta, papeles arrugados y demás.
Y así fue, porque me gustaba más ver disfrutar que sentarme a gozar.
Por eso era capaz de pasarme toda la tarde preparando cenas, tortas, y regalos para los cumpleaños y aniversarios, u organizando teatros de títeres caseros para entretener a mis hermanos, o perderme una fiesta haciendo de camarera o baby sitter Hasta se convirtió en una costumbre que regalara mis cosas preferidas sólo para ver caras de sorpresa y contento de quien creí que se merecía esa dedicación especial.
Y así es, porque aunque algunas veces cayeron en saco roto mis atenciones, he tenido la suerte de que la gratitud del resto fuera suficiente para que aún hoy insista en la regalería de buenos momentos.
Subida a ese tren, nada me limita, ni siquiera el riesgo a padecer en carne propia alguna carencia; porque cualquier malestar es sobradamente aliviado por el bienestar de quien quiero; y porque como reza el lema de mi historia "Dios siempre provee".
Me conmueve y gratifica plenamente saber que le doy la posibilidad a quien quiero de disfrutar lo mismo que yo disfruté, con la misma intensidad con la que yo lo hice. Y la satisfacción es muchísimo mayor si colaboro en que pueda gozar lo que no está a mi alcance.
Pero la recompensa menos esperada y más hermosa, es haber encontrado personas que me han regalado mucho más que buenos momentos, más que lo que yo puedo ofrecer, y que me enorgullecen eligiéndome íntimamente para merecer sus dones, conservar sus silencios, cuidar sus secretos, y oírlos llorar.
Quiero más de cien vidas para estar al lado de ellos.
Por eso era capaz de pasarme toda la tarde preparando cenas, tortas, y regalos para los cumpleaños y aniversarios, u organizando teatros de títeres caseros para entretener a mis hermanos, o perderme una fiesta haciendo de camarera o baby sitter Hasta se convirtió en una costumbre que regalara mis cosas preferidas sólo para ver caras de sorpresa y contento de quien creí que se merecía esa dedicación especial.
Y así es, porque aunque algunas veces cayeron en saco roto mis atenciones, he tenido la suerte de que la gratitud del resto fuera suficiente para que aún hoy insista en la regalería de buenos momentos.
Subida a ese tren, nada me limita, ni siquiera el riesgo a padecer en carne propia alguna carencia; porque cualquier malestar es sobradamente aliviado por el bienestar de quien quiero; y porque como reza el lema de mi historia "Dios siempre provee".
Me conmueve y gratifica plenamente saber que le doy la posibilidad a quien quiero de disfrutar lo mismo que yo disfruté, con la misma intensidad con la que yo lo hice. Y la satisfacción es muchísimo mayor si colaboro en que pueda gozar lo que no está a mi alcance.
Pero la recompensa menos esperada y más hermosa, es haber encontrado personas que me han regalado mucho más que buenos momentos, más que lo que yo puedo ofrecer, y que me enorgullecen eligiéndome íntimamente para merecer sus dones, conservar sus silencios, cuidar sus secretos, y oírlos llorar.
Quiero más de cien vidas para estar al lado de ellos.
11 comentarios:
Me encantaria poder confiar y seguir creyendo en la gente como haces vos. A mi me han fallado tanto que ya no tengo el corazon dispuesto a creer. Solo confio en mis hijos y en mi misma, en ellos porque no tienen todavia la maldad,la cobardia o el egoismo para herirme y en mi porque por lo menos sabre en forma anticipada cuando me dañe a mi misma. Quizas algun dia amplie mi circulo de confianza. Por el momento es una carga pesada pero real.Un beso grande!
Compartir momentos especiales, esos que hemos preparado con amor y cuidado, para que el disfrute sea enorme para aquellas personas que amamos y apreciamos ¡¡son maravillosos e inolvidables!!!
Y lo mejor de todo, es que actúan como generadores de más energía positiva y alegría para todos!!
Que las personas nos elijan para confiarnos sus emociones, tanto como para compartir buenos momentos ¡¡es una bendición!!!
¡¡¡Hermoso post, doña!!!
Besotes y mucho candor!!!
Hermoso post!!!
Yo tenia un proyector igual,mi sobrinito me lo rompio ...snif snif.
Besitos
Nena.
Hermoso post.
Que acotar si has dicho todo.
besos y abrazos.
Blue: creo que cuando encuentres del otro lado a alguien que te merece como amiga, la confianza se te va a imponer.
Cando: es tal cual decís. Gracias
Jorgelina: sobrinito al paredón!!!
Marisa: muchas gracias!
Besototes
Muy bonitas ideas.
¡Cariños!
Santi.
Segui asi, siempre te va a ir bien en tu vida. un abrazo
Qué hermosa tu actitud, que generosa felicidad!!! Seguramente vuelve a vos tanto amor que das de corazón.
Te leo y me emociono muchísimo, y fantaseo con una función de cine, con pochoclo y juguito...
Gracias, me voy de aquí con el corazón re contento de haberte leído.
Chuik Chuik Chuik
Muy interesante la nota de morfología. Además de haberme emocionado, e irme de acá con el corazón contento...también me voy habiendo aprendido algo.
Gracias!!!
Gracias gente!!.
Ando con pocas palabras porque el antibiótico mata hasta la inspiración. Sepan disculpar.
Muchos besos
los juguetes de antes eran hermosos.
Saludos
olguis.
Publicar un comentario