Fiesta patria

"Nos ponemos de pie para recibir a la bandera de ceremonia"

"Entonamos las estrofas del himno nacional"

"A continuación, la Sra. Directora, dirá unas palabras alusivas":
"Autoridades del colegio, profesores, maestros, padres, y alumnos: hoy estamos aquí reunidos para conmemorar...."


Siempre igual. Siempre el mismo orden. Siempre el mismo aburrido discurso, que apenas se reciclaba en el año del aniversario.
Nadie escucha. Nadie entiende. A nadie le importa.
La melodía patria suena con toda la fritura que cabe en el disco. O en su defecto, algo peor: la maestra de música al piano, quien no sabe ni tocar el Arroz con leche, presume que toca el himno.
Los alumnos solo disfrutan de no estar escuchando un discurso mas somnoliento aún: la regla de tres simple, el análisis sintáctico-semántico-morfológico, o la reproducción de las plantas dicotiledóneas.
Los padres de los chicos buenos, se babean y ensanchan la espalda viendo a sus hijos como abanderados o escoltas, con el uniforme impecable (obra de la mamá, que corrió la noche anterior a comprar almidón para dejar los cuellos del guardapolvo como cemento), firmes y serios como soldados (ni en foto se quedan tan quietitos).
Los padres de los chicos malos, asoman sus cabezas (o las esconden para no pasar verguenza) al ver como sus hijos se ponen a bailar el himno o chiflan a la maestra cuando empieza a decir el discurso.
Las maestras, paradas al lado de su pelotón, hacen lo que nunca consiguen: mantener en orden a la tropa.
Y finalmente lo más entretendido (que no es mucho, frente al resto de lo soportado): la desganada representación de los alumnos, de un libreto impuesto por sus profesores y que sólo les sirvió para perder horas libres en los ensayos.
Todo se ve como en banco y negro.

Así fue, y así será, por los siglos de los siglos. Amén


PD: En mi colegio, la única vez que nos dejaron romper con esta tradición y nos dieron "libertad creativa", apareció San Martín saltando con su espada, al son del tema de fondo "Flash" (de Queen), y se calló al piso arrancando el cabildo que estaba pegado en la pared del escenario.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pucha que lástima, no haber sido testigo de tanta "libertad creativa" y haber visto a ese San Martín en el suelo mientras se esuchaba un
"... tuntuntuntuntuntuntun...
FLASHHHHH AH AAAHHH!!!"

Realmente glorioso lo que nos ha contado...

Besote y candor!!

Moe dijo...

No se lo comenté antes... pero yo tuve una increíble torta del Pato Donald y una madre fantástica que siempre me mostraba libros para que elija el próximo "theme" que iba a tener en mi cumpleaños y ella los realizaba. Por suerte a ella la sigo teniendo y sigue divirtiéndome con las tortas para los cumpleaños. Sin ir más lejos, para el último me hizo una torta enorme de sushi.
Besos

Manuelita dijo...

Cando: diga que se me complica conseguirlo, pero hay registro videográfico de la anécdota.
Besototes

Moe: ¿una torta de sushi? no me la imagino.
¿Me la presta a su mamá para mi próximo cumpleaños?.

Besos con doble porción de aprecio.

El rincòn de mi niñez dijo...

Ay me muero,Con el espectáculo de San Martín....¡¡¡fotos!!! ¿no hay?jajajja que momento.
Siempre me parecieron aburridisimas las fiestas escolares.
un besote,y buena semana

Manuelita dijo...

Fotos, no se si hay. Ya me pongo en campaña para ver si rescato el video.
Besototes e iguales deseos para vos.

Ada dijo...

Y la mazamorrera negra? y los bailes que nadie aprendió bien? eran los clásicos que nunca pasaban de moda! por suerte ahora los actos son más creativos. Saludos con gusto a pastelitos

Manuelita dijo...

Jeje..Ada, me hiciste acordar que una vez, estuve con mi mejor amiga todo el fin de semana ensayando el gato, la chacarera, la zamba, y otras danzas folclóricas para la clase de música. Fuimos las únicas tragas que habíamos estudiado los pasos.
Besos muchos