Trapitos al sol

No se si es poco o mucho, pero hubo sólo dos comentarios sobre mí que han tenido el poder de mantenerse vigentes en mi autoanálisis todo el tiempo; en un caso, expresamente alusivo: “sos brillante, no inteligente”; y en el otro, escondido en una calificación ajena (sin duda por desprejuicio y no por cobardía): “yo no soy auto referencial”.
Reconozco que su trascendencia no es sólo consecuencia del afecto y la admiración que les tengo a las dos personas que escupieron su acertada opinión, sino también de haber sido puesta en evidencia en el ejercicio de dos hábitos que me ocultaba a mí misma.
Y acá estoy, cayendo en la cuenta una vez más de mis vicios, y atrapada en sus redes; puedo dar fe que no será la última, aunque al menos esta se justifica por ser intencional. Porque hoy quiero adelantarme a una tercera atinada crítica, y comentarme a mí misma “callate a tiempo”.
A veces, muchas veces, casi todo el tiempo, debiera callarme y dedicarme a escuchar antes que a hablar. Pero me gana el género, la profesión, el impulso, las ideas omnipresentes y demás excusas que me apresuran a dar una opinión que luego se tornará insostenible, o a terminar contando lo que no quiero, a quien no quiero, a veces por atolondrada, otras por empatía, y otras sin ninguna razón aparente.
Y en el instante siguiente me arrepiento de que alguien más ande por el mundo con una memoria mía que seguramente no sabrá cuidar; y me agoto de escuchar mi voz; y de construir alguna defensa en mi favor; y me doy cuenta que perdí el tiempo sin disfrutar de escuchar a quien sí sabe qué decir, o de simplemente estar con quien el silencio no pesa.
Me avergüenza reconocerlo, pero si con esta confesión me aseguro más de esos momentos disfrutables, vale la pena poner al mundo al tanto de mi verborragia inútil. Sobretodo ahora, que tengo la suerte de que me sobren oportunidades para escuchar y estar.

5 comentarios:

elmurcielaguito dijo...

Manuelita, has hecho un post creo que mirandote a tu interior mas profundo y tal vez reprochandote cosas que dices o sientes, de mi parte te digo que haces pensar mucho y eso esta bueno y que no hay que sentir verguenza de mostrar lo que uno lleva dentro, lo entiendan los demas o no, lo importante es que seas tu quien lo entiende y disfruta de cada palabra escrita y cada error cometido, yo no te juzgo, te leo y medito cada palabra, me hago complice de tus pensamientos y eso me ayuda a madurar y a ser mejor hombre.
besos y hasta la proxima

Marina Judith Landau dijo...

Te entiendo, te comprendo, pero...me parece que estás siendo un poco dura con vos misma. Está bien mirarse acia adentro y modificar las cosas que no nos gustan de nosotros/as mismos/as, pero con cierta prudencia, no te parece? Yo te acepto así, como sos, y estoy segura de que si fuéramos amigas personales y hablaras atolondradamente, habría un tiempo en el que se arreglarían las cosas... a todos nos ha pasado movernos por impulso y luego arrepentirnos, y eso sirve para resolver las cosas, para reparar el daño.
Pero juzgarse duramente no sirve, creo que tenemos que aceptarnos y tenernos paciencia, para poder amarnos de verdad.
Te dejo un beso, y mi deseo de que estés bien.
Ah, una cosa, por lo que he leído, a mí me parecés brillante e inteligente, las dos cosas.

El rincòn de mi niñez dijo...

Manuelita

No se que es mejor,si ser confiada y sacar los trapitos al sol O guardarlos por años y que el moho los deshilache.

Soy bastante reservada..y no te creas que es muy bueno,a veces pesa y no podés vivir!!Pero cuando confío en alguien ...(Muuuuy difícil),le entrego mi vida.
Un beso enorme.
Y no cambies, dejate manejar por tu corazón.

El rincòn de mi niñez dijo...

Uh ..la última frase sono a RINCONCITO DE LUZ NO? "Chiquititas" jajajajja Bueno no importa..No cambies!!!

Manuelita dijo...

Ultrathor: te aseguro que pocas veces soy tan profundamente sincera como cuando reconozco mis faltas (no soy muy aficionada a hacerlo...más vale lo contrario).
Gracias por darle tanto crédito a mis confesiones. Es un aliciente saber que las penitencias propias sirven para advertir errores ajenos.
Besos muchos.

DLHD: qué linda reivindicación!!. Te aseguro que he sido mucho más dura conmigo años atrás, y que poner en letras mis pensamientos es la forma más inocua de alentarme al cambio. De todas formas, agradezco de corazón tu consejo, y sabé que lo tengo siempre más que presente.
Besototes

Marisa: no pongo en duda la necesidad de confiar...al contrario, la reivindico. Solo me refiero que hay que honrar a las personas que son dignas de nuestra confianza no despilfarrando gestos en gente que no lo merece o que capaz no está dispuesta a se depositaria de nuestras memorias.
Jjajaja tranqui, que no cambio...mejoro nomás.
Besos con mucho cariño.