Abracadabra

Una vez me dijeron con aire de consejo: "guardá tu magia para quien no quiera adivinar el truco". Y esa frase se ha convertido en mi leit motiv estos últimos años. Cuántos disgustos me hubiera ahorrado!!!.
Es increiblemente exacta esa máxima. Uno se la pasa despilfarrando magia por ahí, entre gente que lo único que busca es espiar dentro de la galera, darte vuelta el bolsillo, o arrancarte la manga de prepo.
Pero quizas, algún día, uno tiene la suerte de encontrarse con un chiquilín, que sentadito en primera fila, espera que uno le hable con voz impostada, haciéndole la mise en scène con la varita mágica y la capa, y sonríe satisfecho cuando le regalamos una flor de papel. Y ese chico jamás se va a poner a desarmar esa flor, ni te va a increpar con un "yo se como lo hiciste". A lo sumo, te preguntará de donde la sacaste, para que reconozcas su admiración, con la única pura intención de que le prestes un ratito tu atención.
Ese día, seguramente, uno podrá dar su mejor espectáculo, porque perdió el miedo al fracaso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por suerte la magia nace con nosotros y descubrirla es nuestra tarea. Todos la tenemos, la cuestion es aprovecharla en los que la merecen o pueden disfrutarla.
Muy bueno, leerlo me trajo como un déjà vu.


Yo soy aquel.......

Manuelita dijo...

Espero que sea de los buenos...
PD: Me olvidé de poner que la frase ya está patentada ;)

El rincòn de mi niñez dijo...

Cuántos disgustos me hubiera ahorrado!!!.
Muy buen post, de verdad!!

Manuelita dijo...

;) Gracias muchas