Jamás me hubiera imaginado que cosas tan simples, podían modificar lo que vaya a saber uno quien, nos presentó como destino: “Tenga la amabilidad de atenderme; en esta ocasión especial le presento a su Destino. Sea considerado con él y no se le ocurra intentar torcerlo”.
Pero sí; decisiones de las más triviales podían no sólo alterar sino destruir a este ignoto predicado. Y acá estoy hoy, ante mi entusiasmante, y desconocido Futuro.
"Los he reunido aquí para presentarles a Futuro, quien hará el trabajo que Destino no ha sabido desempeñar. Aprecio su buena disposición, y los invito a colaborar con él, y hacerlo sentir como en su casa."
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